Casanare llora la pérdida del Padre Manuel Mancera, el «sanador de almas»
Sacerdote amado por su don de sanación fallece a los 64 años
Casanare se encuentra sumido en un profundo dolor tras el fallecimiento del querido sacerdote Manuel Mancera Mancera, quien partió al encuentro con el Señor el pasado domingo 15 de septiembre en la Clínica Casanare, donde había sido internado una semana antes debido a complicaciones de salud.
El Padre Mancera, de 64 años, dejó una huella imborrable en el corazón de los casanareños durante sus 20 años de servicio en el departamento. Conocido cariñosamente como el «sanador de almas», el presbítero se destacó por su extraordinario don de sanación y liberación, así como por su calidez humana y su entrega incondicional a la iglesia.
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Originario del Guaviare, el Padre Mancera llegó a Casanare hace dos décadas, trayendo consigo una vocación inquebrantable y un espíritu de servicio que rápidamente lo convirtió en una figura querida y respetada en la región. A lo largo de su ministerio, sirvió con devoción en las comunidades de Paz de Ariporo, Tauramena, Morichal y Yopal, dejando en cada una de ellas un legado de fe, esperanza y amor.
En el momento de su partida, el Padre Mancera se desempeñaba como capellán del Sena y párroco de la iglesia Santa Rita de Casia en Yopal, roles en los que continuó tocando vidas y guiando almas hasta sus últimos días.
Lo que más destacaba del Padre Mancera era su incansable disposición para ayudar a quienes lo necesitaban. No había distancia demasiado grande ni condición demasiado adversa que le impidiera llegar a aquellos que requerían su apoyo espiritual. Ya fuera a caballo, en moto o a pie, el sacerdote siempre encontraba la manera de llevar una palabra de aliento, una oración de sanación o un gesto de liberación a quienes lo solicitaban.
Pero el Padre Mancera no solo era conocido por su profunda espiritualidad. Su personalidad multifacética lo llevó a ser admirado también por su pasión por la música, especialmente por su habilidad para tocar el piano. Su alegría contagiosa y su don de gentes lo convirtieron en una figura cercana y querida para los medios de comunicación locales, a través de los cuales pudo expandir su mensaje de fe y esperanza.
El legado del Padre Manuel Mancera Mancera perdurará en el corazón de Casanare. Su ejemplo de entrega, su carisma sanador y su amor incondicional por el prójimo seguirán inspirando a generaciones de fieles. Mientras el departamento llora su partida, también celebra la vida de un hombre que dedicó cada momento de su existencia a servir a Dios y a su comunidad.
Por su parte, la Diócesis de Yopal envió mensaje de solidaridad:
El Padre Jeison Andrey Salguero Roa, Administrador de la Diócesis de Yopal, el Presbiterio, Diáconos, Religiosos y Religiosas, seminaristas y comunidades parroquiales nos unimos en oración por el eterno descanso del Padre Manuel Mancera Mancera, fiel servidor de Dios Nuestro Señor.
Enviamos un mensaje de fraternidad y solidaridad a su familia, a los feligreses de la Capilla Santa Rita de Casia y a la comunidad educativa del SENA, a quienes guio pastoralmente y les animó a la conversión y a la vivencia de la alegría del Evangelio.
En nuestra Iglesia Particular sentimos profunda tristeza por la partida del Padre Manuel Mancera Mancera, a quien recordaremos con especial afecto por su calidez humana, su entrega con amor y dedicación a la Iglesia, y su incansable trabajo pastoral.
Damos gracias a Dios por el Ministerio Sacerdotal del Padre Manuel Mancera Mancera y por el servicio que prestó a nuestra Iglesia Católica.
«Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás» (Juan 11, 25-26)
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