La identificación de Daniel Sánchez Cepeda representa un capítulo crucial en el proceso de reparación y memoria de las víctimas del conflicto armado colombiano. Después de 25 años de incertidumbre, su familia finalmente pudo dar un cierre a la dolorosa espera.
La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) inició formalmente la investigación en 2021, tras la solicitud de un familiar. El proceso reveló que Daniel había fallecido el 12 de septiembre de 2001 en zona rural de Aguazul, Casanare, en el contexto del conflicto armado.
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La investigación combinó fuentes humanas y documentales que permitieron establecer los primeros indicios. En mayo de 2022, una prospección en el cementerio de Aguazul condujo al hallazgo de estructuras óseas que coincidían con la descripción de Daniel.
Según Ana María Salazar, investigadora del proceso, fueron fundamentales las prendas encontradas en la bóveda, que correspondían exactamente con el acta de inspección del cadáver. El Instituto Nacional de Medicina Legal realizó la identificación definitiva mediante pruebas genéticas que confirmaron su identidad.
El 7 de marzo de 2025 marcó un punto de inflexión para la familia. En Yopal, recibieron los restos de Daniel en una ceremonia que combinaba dolor y esperanza. Su hija Viviana Sánchez expresó el significado de este momento: «Nos están entregando los restos de mi padre para darle una cristiana sepultura, un lugar donde podemos visitarlo y terminar con la incertidumbre».