Casanare: Intensifican operativos militares contra disidencias de las FARC
Explosiones y combates generan zozobra en Paz de Ariporo
Una nueva oleada de violencia sacude al departamento de Casanare, luego de que se registraran intensos combates entre el Ejército Nacional y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la zona rural de los municipios de Sácama y Támara.
Las detonaciones de artillería pesada, que se prolongaron durante la noche y madrugada de este viernes, causaron conmoción entre los habitantes de Paz de Ariporo, quienes reportaron al menos una docena de explosiones. Ante la situación, el alcalde Jorge Camilo Abril Tarache se vio obligado a suspender actividades escolares y deportivas, y a solicitar a la comunidad mantener la calma.
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Según fuentes militares, los enfrentamientos se centraron en la búsqueda de alias «Antonio Medina», un cabecilla de las disidencias que sería el objetivo principal de las operaciones. Se presume que en estos enfrentamientos se habrían registrado bajas en ambos bandos, aunque esta información aún no ha sido confirmada oficialmente.
La intensificación de los operativos militares en la región ha generado preocupación entre las autoridades locales y la comunidad, quienes temen que los enfrentamientos puedan generar un desplazamiento masivo de población. Además, la presencia de grupos armados ilegales en la zona ha dificultado el desarrollo de actividades productivas y ha afectado la seguridad de los habitantes.
El Ejército Nacional, por su parte, ha justificado los operativos militares como una medida necesaria para combatir a los grupos armados ilegales y garantizar la seguridad de la población. Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado que estos operativos pueden generar graves violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario.
La situación en Casanare se presenta como un nuevo desafío para el Gobierno Nacional, que ha venido implementando una política de «paz total» con el fin de poner fin al conflicto armado. Sin embargo, la persistencia de los grupos armados ilegales y la violencia en algunas regiones del país ponen en entredicho la efectividad de esta política.