Las emergencias invernales que atraviesa Casanare obligaron al gobernador César Ortiz Zorro a activar permanentemente el Puesto de Mando Unificado (PMU). Esta medida responde a las severas precipitaciones que han desencadenado múltiples calamidades en el territorio.
Las autoridades documentaron el desbordamiento crítico de importantes afluentes. Los ríos Meta, Cravo Sur, Ariporo, Upía, Túa, Pauto y Casanare generaron inundaciones masivas. Estas han comprometido la seguridad de comunidades enteras. Los censos preliminares revelan que más de 1.800 familias resultaron damnificadas en diferentes localidades.
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Guillermo Velandia, responsable de Gestión del Riesgo departamental, informó sobre movimientos de tierra devastadores. Estos ocurrieron en Aguazul, Yopal, Labranzagrande y Támara. En este último municipio, un deslizamiento en El Volcán aisló la región cafetera. La movilización urgente de maquinaria especializada logró reestablecer la conectividad vial.
La situación en Aguazul presenta características alarmantes. Un movimiento de masa destruyó 150 metros de infraestructura vial terciaria en la vereda La Unión. Además obstruyó significativamente el cauce del río Chiquito. Las emergencias invernales provocaron que el río Cravo Sur alcanzara niveles históricos de 4,42 metros.
El PMU funcionará ininterrumpidamente desde las instalaciones gubernamentales. Esto garantiza coordinación efectiva entre alcaldías, organismos de socorro y Consejos Municipales de Gestión del Riesgo. La Secretaría de Agricultura desplegará equipos técnicos para evaluar daños en cultivos y ganado. La prioridad es el abastecimiento alimentario para las familias afectadas.
Para este jueves, el mandatario departamental programó el envío de ayudas humanitarias hacia Pore. Las comunidades campesinas requieren asistencia inmediata tras los estragos causados por las intensas precipitaciones.