Pueblos indígenas de Casanare confinados por amenazas de disidencias de las FARC
ONIC denuncia grave crisis humanitaria y exige protección urgente del Gobierno
La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) ha lanzado un llamado de auxilio ante la grave situación que enfrentan nueve pueblos indígenas asentados en el Resguardo de Caño Mochuelo, al norte de Casanare. Según denuncias, estos pueblos se encuentran confinados y bajo amenazas por parte del cabecilla de las disidencias de las FARC conocido con el alias de «Antonio Medina».
A través de un comunicado público, la ONIC advirtió que desde el 1 de junio, ningún miembro de estas comunidades ha podido salir de sus territorios para realizar actividades cotidianas como la caza, pesca, recolección o labores sociales y culturales. Esto se debe a la presencia armada de este grupo ilegal que ha impuesto prohibiciones y órdenes de confinamiento.
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«Este grupo ha irrespetado la autonomía, imponiendo sus normas a través de las armas y amenazando a líderes y comuneros indígenas, quienes enfrentan un riesgo inminente de desplazamiento forzado», denunció la organización indígena.
Ante esta grave crisis humanitaria, la ONIC exigió al Gobierno Nacional garantizar los derechos a la vida, salud e integridad de estas comunidades, así como establecer un plan de emergencia para el suministro de alimentos y recursos esenciales. Además, pidió articular acciones con las autoridades indígenas para proteger su cultura y modo de vida.
La situación afecta a los pueblos Tsiripo, MaibénMasiguare, CuibaWamone, Sikuani, Amorúa, Yamalero, Yaruro, Sáliva y Wäpigiwi, quienes se encuentran en riesgo por las acciones violentas de este grupo armado ilegal en la región.