Una niña de 4 años muestra signos positivos de recuperación tras sufrir una caída desde el cuarto piso del conjunto residencial Torres del Silencio. El incidente, que inicialmente alarmó a residentes y autoridades, ahora se perfila como un caso de supervivencia extraordinaria.
El doctor Herlin Cabezas, Intensivista Pediátrico del Hospital Regional de la Orinoquia, compartió detalles alentadores sobre el estado de la menor. «Contra todo pronóstico, la niña se encuentra estable. No requiere soporte de oxígeno y tolera la alimentación enteral», informó el especialista. Añadió que la paciente responde a órdenes simples, un signo positivo considerando la gravedad del trauma.
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Sin embargo, el camino hacia la recuperación total aún es largo. La menor permanece bajo estrecha vigilancia en la unidad de cuidados intensivos pediátricos debido a un compromiso neurológico resultante del trauma. Los médicos mantienen un monitoreo constante de su evolución cerebral.
El historial médico de la niña añade complejidad al caso. Con antecedentes de encefalopatía hipóxica y síndrome de Pierre-Robin desde su nacimiento, la paciente ya enfrentaba desafíos de desarrollo antes del accidente. Estas condiciones previas podrían haber influido en las circunstancias que llevaron a la caída.
Las lesiones sufridas son significativas. El equipo médico detectó fracturas en los huesos temporal, frontal y parietal izquierdo. Además, la niña presenta un hematoma subgaleal y una hemorragia subaracnoidea. A pesar de la gravedad de estas lesiones, los médicos se muestran cautelosamente optimistas.
El relato de los padres, según lo transmitido por el Dr. Cabezas, sugiere que el incidente ocurrió mientras la niña estaba bajo el cuidado de su tía. Aparentemente, la menor logró abrir la puerta y salir del apartamento sin supervisión, lo que resultó en la caída. «Los padres nos explicaron que la niña tiene un déficit cognitivo y motor, lo cual podría haber contribuido al accidente», comentó el médico.
No obstante, algunos aspectos del caso aún desconciertan a los especialistas. La concentración de lesiones únicamente en la cabeza no es típica en caídas desde tal altura, lo que ha llevado a los médicos a mantener una investigación en curso sobre las circunstancias exactas del incidente.
Es importante destacar que los exámenes médicos no han revelado signos de maltrato infantil o desnutrición, lo que ha aliviado preocupaciones iniciales sobre posible negligencia. El equipo médico continúa evaluando el progreso de la niña día a día, ajustando el tratamiento según sea necesario.
Mientras tanto, la familia de la niña y el personal médico mantienen la esperanza en su recuperación, considerando su evolución hasta ahora como un verdadero milagro médico.
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