El discurso de Gustavo Petro duró 47 minutos y estuvo marcado por varias propuestas clave, entre ellas, el llamado al diálogo de paz con los grupos armados. El acto de posesión estuvo marcado por el simbolismo, una vez investido como presidente, el mandatario ordenó traer la espada de Bolívar al evento, luego de que el expresidente Iván Duque no permitiera en un principio llevar el símbolo del Libertador a la ceremonia.
“Esta espada representa demasiado para nosotros”, dijo.
Acto seguido pronunció su discurso que estuvo centrado en la unión de los colombianos. “Yo no quiero dos países, quiero una Colombia fuerte, justa y unida”.
“Tenemos que terminar de una vez y para siempre, con seis décadas de violencia y conflicto armado”.
Además llamó a los grupos armados irregulares a dialogar. “Convocamos, también a todos los armados a dejar las armas”.
Y quizá una de las propuestas más polémicas es su reforma tributaria. “Reformas a la salud, de las pensiones, del contrato laboral, de la educación, los impuestos no serán confiscatorios simplemente justos”.
Analistas aseguran que fue un discurso marcado por el populismo. “Las prácticas en el fondo son las mismas: restringir el sector privado mientras la clase política vive de la mejor manera a cambio de burocracia de cargos y de puestos”, dijo David Cancino, analista político.
Alocución que terminó con honores militares en el palacio de Nariño. Aplaudido por su pueblo.
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