Capresoca EPS lucha por su supervivencia en medio de crisis financiera

Capresoca, principal entidad prestadora de servicios de salud en el departamento de Casanare, se encuentra en una encrucijada financiera que amenaza su continuidad. Sin embargo, el gobierno departamental, la secretaria de Salud, Tatiana Chávez, ha reafirmado su compromiso de mantener a flote la institución.

En una reciente mesa técnica convocada por la Asamblea Departamental, Chávez desmintió los rumores sobre una posible liquidación de Capresoca. «La directriz del gobernador es clara: vamos a hacer todo lo posible por salvar nuestra EPS», aseguró la funcionaria.

El plan de rescate incluye diversas estrategias presentadas ante el gobierno nacional. Entre ellas destacan la regionalización de la EPS y la implementación de redes integradas de servicios. Además, se ha solicitado el reconocimiento de una prima diferencial, considerando la atención especializada que Capresoca brinda a las comunidades indígenas de la región.

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A pesar de los avances en la calidad de los servicios prestados, Capresoca enfrenta un panorama financiero sombrío. Los indicadores económicos siguen sin cumplir las expectativas, lo que ha llevado a retrasos en los pagos a las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) tanto públicas como privadas.

La situación se complica aún más al analizar la distribución de los 140.000 millones de pesos obtenidos mediante un proceso de capitalización. De este monto, 84.000 millones se destinaron a saldar deudas acumuladas hasta 2018, mientras que 56.000 millones se reservaron como garantía técnica utilizable entre 2026 y 2028.

No obstante, estas medidas resultan insuficientes frente al déficit adicional de 130.000 millones que enfrenta la entidad. Chávez explicó que este desequilibrio se debe principalmente a la insuficiencia del ingreso por Unidad de Pago por Capitación (UPC) y al reducido número de usuarios en comparación con otras EPS de mayor envergadura.

Ante las acusaciones de un supuesto favoritismo hacia empresas privadas, la secretaria de Salud fue enfática en calificarlas como infundadas. «Estamos abiertos al diálogo con todos los actores, incluido el sindicato, para aclarar cualquier malentendido y trabajar en conjunto por el bienestar de Capresoca», afirmó.

La funcionaria hizo un llamado a la unión de esfuerzos entre todos los involucrados en el sistema de salud regional. «Necesitamos que las IPS privadas, los usuarios, los veedores y el gobierno nacional se comprometan con esta causa. Si no logramos reducir costos y ajustar los modelos de contratación, el colapso financiero de Capresoca será inevitable», advirtió.

El futuro de la EPS casanareña pende de un hilo, pero el gobierno departamental se mantiene optimista. La implementación de medidas innovadoras y la colaboración estrecha entre los diferentes sectores se perfilan como las claves para superar esta crisis y garantizar la continuidad de los servicios de salud para los habitantes de Casanare.