Colegios de Yopal se liberan de 3 toneladas de chatarra electrónica
La ciudad de Yopal está dando un paso adelante en la gestión ambiental y educativa con un novedoso programa de recolección de residuos tecnológicos en sus instituciones educativas.
Esta iniciativa, liderada por la Secretaría de Educación, no solo está ayudando a despejar valiosos espacios en las escuelas, sino que también está fomentando una cultura de responsabilidad ambiental entre los jóvenes.
El proyecto, que abarca las 24 instituciones educativas de la ciudad, se enfoca en la recolección y disposición adecuada de equipos electrónicos obsoletos o dañados. Desde antiguos VHS hasta tablets fuera de uso, pasando por televisores, monitores e impresoras, una amplia gama de dispositivos está siendo gestionada de manera responsable.
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David Díaz Sánchez, secretario de Educación de Yopal, destaca la importancia de esta iniciativa: «No solo estamos liberando espacios cruciales para actividades académicas y recreativas, sino que también estamos inculcando valores de sostenibilidad en nuestros estudiantes».
La primera fase del programa ya ha mostrado resultados impresionantes. Cinco instituciones educativas, incluyendo el Centro Social, La Esmeralda y el Megacolegio El Progreso, han contribuido con aproximadamente 3 toneladas de equipos inservibles. Esto no solo representa un logro en términos de gestión de residuos, sino que también ha transformado visiblemente los espacios escolares.
El éxito de esta primera etapa ha generado expectativas para la continuación del programa. Tras el período de vacaciones, se planea extender la iniciativa a otras instituciones como La Chaparrera, El Charte y el colegio Luis Hernández Vargas.
Este proyecto no solo cumple con los requerimientos legales de disposición de residuos electrónicos, sino que también se alinea con los objetivos globales de desarrollo sostenible. Al involucrar activamente a la comunidad educativa, Yopal está sentando un precedente en cómo las ciudades pueden abordar de manera integral los desafíos ambientales y educativos.
La iniciativa ha sido bien recibida por padres y educadores, quienes ven en ella una oportunidad para enseñar de manera práctica sobre la importancia del reciclaje y la gestión responsable de recursos. Además, el programa está generando un impacto positivo en la estética y funcionalidad de los espacios educativos, creando ambientes más propicios para el aprendizaje.