El gobernador de Casanare, César Ortiz Zorro, ha cuestionado firmemente la ejecución de la construcción del Hospital de Támara, el cual a pesar de tener acta de terminación y haber sido recibido oficialmente, aún no ha sido concluido y puesto en funcionamiento.
El contrato para este centro hospitalario, crucial para la comunidad, fue firmado en 2019 y su construcción inició hace cinco años con un presupuesto inicial de 5.822 millones de pesos. Sin embargo, tras dos adiciones presupuestales en 2020 y 2022, el costo total ascendió a 6.931 millones de pesos, sin que a la fecha se haya completado la obra, cuyo plazo de ejecución original era de solo 13 meses.
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La situación se agrava aún más al considerar que el hospital no puede operar legalmente sin contar con las certificaciones RETIE (Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas) y RETILAP (Reglamento Técnico de Iluminación y Alumbrado Público), requisitos esenciales para garantizar la seguridad eléctrica e iluminación de las instalaciones. La falta de estos documentos genera gran preocupación entre las autoridades locales y la comunidad, quienes esperan urgentemente la puesta en funcionamiento del hospital.
Recientemente, la nueva gerente de Red Salud, Lady Patricia Bohórquez, informó que, siguiendo las directrices de la Gobernación, ha iniciado conversaciones con el contratista y ha activado las acciones pertinentes para resolver la situación. En caso de no llegar a un acuerdo favorable, la administración considera proceder a la liquidación unilateral del contrato, lo que implicaría la intervención de las aseguradoras y la aplicación de multas y cláusulas penales.
Bohórquez reiteró el llamado urgente de la Gobernación al contratista para que demuestre su voluntad y complete los trabajos pendientes, afirmando la disposición de la administración departamental a apoyar la finalización de las obras, que son de vital importancia para los ciudadanos de Támara y la región.
