Ocho de los diez médicos que laboraban en el hospital Juan Hernando Urrego, del municipio de Aguazul (Casanare), renunciaron por falta de garantías laborales y carencia de elementos de protección para afrontar la pandemia de la covid-19.
La decisión fue anunciada por los médicos, a través de un comunicado a la opinión pública, mientras el médico Jeffrey Velandia, señaló que no hay disposición por parte de la actual gerencia en solucionar el tema rápidamente. “Al dar a conocer las inconformidades, el personal solo recibió una negativa y la respuesta de que si no se estaba conforme con lo que había, podrían renunciar”.
Según reveló el personal médico la dimisión colectiva la motivó el hecho de que las directivas del centro clínico no han definido un área específica para atender pacientes con enfermedades respiratorias y tampoco existen los protocolos dispuestos por el Ministerio de Salud.
El médico explicó que por la misma puerta por donde ingresa un paciente con alguna comorbilidad, ya sea una materna o un niño con su madre, también entran los pacientes sospechosos de coronavirus. Asimismo, resaltó que han tenido que comprar sus propios elementos de protección personal, a pesar de las donaciones de algunas empresas, muchos de estos implementos médicos venían en malas condiciones o no se podían usar por sus dimensiones.
Por su parte, la alcaldía de municipio aseguró que no tenía conocimiento de las falencias del hospital. Por lo que se espera que en conjunto con la gerencia del centro médico, hagan llamado a los profesionales para generar una mesa de diálogo para el reintegro de los trabajadores del centro de salud.
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